Tenía delante un grupo de flamencos a los que no estaba prestando mucha atención, unos dormitaban, otros se alimentaban y uno se acercaba a sus compañeros nadando, algo que hacen muy bien pero no habitualmente.
.
Cuando este ejemplar, el que nadaba, llegó a aguas menos profundas, se puso de pie e increpó a otro que parecía más joven al tener el plumaje más pardo.
.
.
Pensé que el joven retrocedería dejando paso al recién llegado pero por el contrario no se dejó amilanar y le hizo frente.
.
.
Se enzarzaron en una pequeña escaramuza que me permitió disparar varias veces mi cámara y obtener estas fotografías que estáis viendo.
.
.
Tras un rato y contra todo pronostico, el más joven se impuso y el otro incluso pareció hacerle una reverencia, no se si será la forma de aceptar la derrota o simple coincidencia.
.
El derrotado, tal vez frustrado, se dirigió a otro ejemplar y volvió a buscar pelea.
.
Esta vez se unió un nuevo flamenco a la reyerta.
.
Enseguida se separaron y cada uno continuó a lo suyo sin más transcendencia, al menos para nosotros, seguramente para ellos quedó aclarada más de una cuestión.
.
Salud y hasta pronto.
Puedes dejar tus impresiones en COMENTARIOS, me gustará leerlas.
PARA VER ESTOS OTROS REPORTAJES HAZ “CLICK” SOBRE EL TÍTULO QUE DESEES:
Instinto maternal en los animales.
Aves e la desembocadura del Guadalhorce.
Lucha entre gallineta y focha.
.