A todos nos llama especialmente la atención los cambios que se producen en el cielo con ocasión del crepúsculo.
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Es decir, con ocasión de los amaneceres y las puestas de sol.
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Ya el simple hecho de mirar el cielo, nos lleva a un estado de ensoñación y bienestar.
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Además, cuando éste, el cielo, se ilumina con los colores del crepúsculo, la luz del sol activa la zona del celebro que procesa las emociones positivas.
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De hecho hay personas que padecen lo que se conoce como apacarofilia, o sea, sienten verdadera pasión y admiración al observar los ocasos.
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En esta ocasión he ilustrado mi reportaje con fotografías obtenidas en Almadén, una población de la provincia Manchega de Ciudad Real.
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Salud y hasta el próximo reportaje.
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Puestas de sol desde la terraza
Puestas de sol desde Torremolinos
Sol y luna en la Desembocadura del Guadalhorce
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