Después de la experiencia que os describí en mi reportaje “Primeras lluvias en la Presa Mendoza”, reportaje que podéis ver pinchando aquí , volví al lugar pero tuve que hacerlo protegido bajo mi paraguas.
La lluvia había decidido acompañarnos todo el fin de semana y seguía rondando entre las encinas.
Fue así, mirando hacia el cielo, vigilando el movimiento de las nubes como descubrí varias bandadas de cormoranes que volaban con la típica formación en “V”.
Pero no fueron sus figuras las únicas que descubrí a contraluz del cielo lluvioso.
La escasa cigüeña negra quiso una vez más dejarse fotografiar por mi cámara y pasó lentamente sin hacer mucho caso a mi presencia.
Los inquietos y abundantes azulones, al igual que ayer, volvieron a volar alejándose a toda prisa.
Mientras los gorriones observaban esa extraña figura mitad hombre, mitad paraguas que se acercaba hacia ellos.
Algunas flores de primavera como los gordolobos, resistían a pesar de que su estación quedaba muy lejos.
Otras, como las robameriendas, más típicas de estas fechas, brotaban entre el pasto del verano.
Y las bayas del espino blanco se vestían con trajes de cristal formados por el agua de la lluvia.
Mientras tanto yo disfrutaba bajo mi paraguas de mi paseo entre la tierra y…
… el agua de esta seductora comarca, la Comarca Monte Sur de Ciudad Real.
Hasta pronto, un saludo.
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Un otoño más en el embalse de la Serena.
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